Cuando un cliente acude a nuestra tienda especializada en la venta de electrodomésticos en Santander para adquirir un frigorífico, solemos darle una serie de consejos básicos orientados a evitar futuras averías en el mismo, mejorar su rendimiento y prolongar su vida útil. A continuación te contamos algunas de esas pautas.

En primer lugar es importante que la nevera se encuentre situada en un lugar seco y ventilado, lejos de focos de calor como puede ser la vitrocerámica, el horno o la calefacción. Normalmente las cocinas ya están diseñadas contando con ésto de ahí que lo normal sea que el frigorífico esté en el lugar adecuado, pero de no ser así, procura reubicarlo.

Si tu frigorífico no es “no frost” te aconsejamos desenchufarlo durante 24 horas una o dos veces al año, dependiendo de la cantidad de hielo que se acumule en su interior. Dejarlo desenchufado ese tiempo con las puertas abiertas es la mejor manera de evitar las averías y el bajo rendimiento que provoca la presencia de placas de hielo que se forman en algunos frigoríficos.

Como expertos en la venta de electrodomésticos en Santander te recomendamos tomar otra medida: no cargar demasiado las baldas colgantes que van en la puerta de la nevera ya que esto a la larga provocará problemas de apertura y cierre. Cuando el frigorífico cierra mal, consume más energía y no refrigera con la misma calidad.

Y por último, procura no guardar alimentos muy calientes en la nevera, ya que esta práctica altera notablemente el rendimiento del frigorífico. Espera a que enfríen un poco antes de almacenarlos dentro del frigo.

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